En este caso, -prosigue la nota-, el supuesto teléfono no puede reconocerse como un móvil o un fijo, dado que se trata de un conjunto de números que comienzan, por lo general, con 2 y son más largos de lo habitual. La estafa se produce cuando se devuelve la llamada: al no saber de dónde viene y ver un prefijo extranjero uno piensa que se trata de algún tipo de trámite y devuelve la llamada. En ese instante se deriva a un número de tarificación especial, con un coste de 1,20 € el minuto; pero, además, sólo el establecimiento de llamada nos va a suponer otros cuatro o cinco euros.
Esos prefijos son de países extranjero (225-Costa de Marfil, 233-Ghana, 234-Nigeria, 355-Albania, etc…), por lo que nunca se nos hará llamada alguna desde esos teléfonos para ningún asunto que realmente nos incumba.
La nota de prensa finaliza destacando las recomendaciones a seguir en caso de recibir alguna llamada de este tipo: Ante esta situación, tanto la policía como la guardia civil explican que la forma de evitar estas estafas es “no atender las llamadas, no devolverlas” -la factura telefónica puede aumentar de manera desorbitada- “pasar a bloquear esos teléfonos para impedirles que repitan el timo y anunciar de lo sucedido a las autoridades”.
